Según cifras de INADI 2013, la tercera causa de discriminación es el aspecto físico (sobrepeso-obesidad), muy pocos denuncian y los tres primeros ámbitos donde estos actos se producen son en el trabajo, en las instituciones públicas y en el ámbito escolar.
¿Qué terrible no? ¿Pero qué pasa cuando vemos que donde todo esto comienza es en la propia casa? O acaso no es común que, entre hermanos, padres a hijos o quien sea el afectado, llamen “gordito”, ¿quizá de manera chistosa a aquel familiar que padece obesidad? Es una forma de violencia socialmente admitida, ya que la propia familia apoda gordito al niño de manera natural y cariñosa.
Después llegan otros terribles términos: gordo, ballena, larga los postres, muévete, deja de comer y los otros miles que se les ocurren.
Algunos tips:
La obesidad es una enfermedad crónica, como tal requiere un tratamiento para siempre.
La persona no es obesa, padece obesidad.
No se cura, el paciente se recupera y hay que seguir en camino.
Para un tratamiento con buenos resultados, es muy importante el acompañamiento y la dedicación.
Muy afectada por la ignorancia creada en nuestra sociedad.
No depende de la voluntad.
Denuncia si es necesario. Busca alguien calificado y empático con quién elijas transitar esta enfermedad.
Valeria Zlotnitzky
Medica nutricionista