En su libro, Julio Basulto, nutricionista español, resume en un gráfico, porque algunos nenes no comen y que es lo que nosotros hacemos mal para que esto suceda.
Es mejor no ofrecerles productos inapropiados en muchos horarios del día, que lograr tras múltiples sobornos que coma una zanahoria (por ejemplo) y nosotros contentos, como ganando una batalla, le contemos al mundo como le gusta este vegetal.
Si en el desayuno (o media mañana), les ofrecemos cereales (azucarados) , jugos (aunque sean naturales), lácteos con mucho azúcar (chocolatadas comerciales), galletitas (de todo tipo), es probable que al almuerzo no llegue con mucha hambre, coma poco, sobre todo porque la comida saludable suele ser menos apetitosa que las porquerías (más allá de que el paladar se acostumbra a comer estos tentempiés ricos en grasas y azucares o sal). A la tarde llega con hambre, porque en el almuerzo comió poco. ¿Y qué le ofrecemos? Nuevamente lo mismo que en el desayuno. Se sacía, a la cena llega con menos hambre, lo que les cocinamos con dedicación ni lo prueban, y así sigue su círculo.
¿Entonces como lo mejoramos? ¿Que no picotee? ¿Que si grita que tiene hambre se lo prohibamos hasta que llegue el momento? El picoteo no está mal si les ofrecemos productos saludables. No puede picotear un chocolate, alfajor, papas fritas, galletitas calorías vacías). EL picoteo son frutas, verduras en trozos, queso, frutos secos, frutas secas, agua, un resto de comida que no quiso en el almuerzo, y mil ideas más.
Claramente que nada es tan simple ni se logra de un momento a otro, pero empecemos de a una comida algún día en la semana. ¿Qué les parece?
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Valeria Zlotnitzky
Medica especialista en nutrición y medicina general/familiar
(Gráfico e inspiración www.juliobasulto.com)
