¿Qué picotean sus chicos y Uds. cuando tienen “hambre”?
El picoteo es algo bastante frecuente y más aún en la infancia. El hambre está entre comillas, porque estaría muy bueno aprender a diferenciar si es por hambre real u otras causas; como aburrimiento, asociación con alguna actividad (mirar tele), tentación de comer algo rico, por un recuerdo o porque lo vimos en alguna publicidad o en algún amiguito.
Según el último estudio CESNI; que se basa en encuestas a familias de todo el país sobre el consumo en los hogares, dese 1996 hasta 2013; ya no se cocina tanto, disminuyó el consumo de vegetales, frutas, carne vacuna, lácteos, harina de trigo y legumbres. Aumentó el consumo de bebidas gaseosas, jugos, comidas semipreparadas, yogurt, masas de tarta y empanadas. Esto trae como consecuencia aumento de consumo de grasas saturadas, sodio, azúcar y déficit de vitaminas y fibra. Además, nos cuenta que el consumo de productos de pastelería y galletitas aumentó en detrimento de la disminución de pan.
Las respuestas al porque pasa esto son muchísimas, no somos las familias solamente las culpables, también es la industria, el gobierno que no interviene demasiado, el ritmo de vida más sedentario, la palatabilidad de los productos que al ser alimentos ricos en grasas, azúcar y sodio traen mayor aceptación en todos los grupos etarios y un fenómeno de adicción; hasta que no se termina el paquete no se para. Otro punto es el precio, productos que todos los fines de semana aparecen en el primer puesto de las ofertas, y si no me creen, comiencen a observar: 2 x 1 en hamburguesas, segundo al 80% en galletitas de distintas marcas, 2 x 1 en yogures y postres azucarados, etc.
¿Y entonces?
Dejemos por un tiempo de comprar ofertas de este estilo, galletitas, golosinas y tendremos que idear otros snacks, que a propósito no significa que nos tengamos que poner a cocinar.
Pero los chicos nos piden…
A veces es mejor comer una golosina cada tanto, teniendo en cuenta que suelen venir en una porción controlada, individual que ofrecerles a diario galletitas comerciales de todo estilo, que seguramente no se sirvan 2 o 3 unidades, que sería la porción razonable, sino que se termina comiendo de más por no decir todo el paquete.
En casa comemos variado y saludable en el 80% de las veces, pero nos encanta darnos gustitos también, y en esto la clave es que las porciones no sean grandes. No vamos a abrir una torta rellena si tenemos ganas de comer algo dulce, pero hay muy buenas versiones en tamaños pequeños que no van a modificar nada, ni los hábitos, ni el peso, ni la rutina, al contrario. El mensaje es aún mejor, no restrinjamos porque en algún momento salen de casa nuestros hijos, démosles herramientas para que lleguen siempre a un equilibrio. Ni extremismo, ni atracones. Tan solo aprender a disfrutar porque al tener la comida un rol tan importante en varios momentos de nuestras vidas, mientras más simple y saludable sea el vínculo, mejor.