Estas galletitas las hice pensando en la nena, que tiene casi 11 meses, pero se desespera ante cualquier alimento que alguien ingiera. Tienen un toque dulzón, pero no esperen empalagarse. Así que, si las quieren más dulces, les agregan un toque de azúcar (50 – 60 gramos andarían bien).
Van a ver que dice pasta de dátiles, y ya uno entra en caos, pensando que es una receta de esas con ingredientes imposibles de conseguir o de realizar. Los dátiles son muy dulces y eso hace que no necesite demasiada azúcar (o nada como en este caso, porque las prefiero tirando a neutras). La pasta es super simple, remojas 12 dátiles en agua, solo para cubrirlos, mínimo una hora, no pasa nada que los dejes más (yo los dejé la noche previa en la heladera) y luego procesas todo, los dátiles con un poco del agua si es que les pusiste mucho. Eso es todo: pasta de dátiles.
Necesitas
1 huevo
8 cucharadas soperas de aceite
Pasta de 12 dátiles
1 vaso de fécula de maíz
½ vaso de avena
1 ½ vaso de harina integral
1 cuharadita tamaño té de bicarbonato de sodio
(extras: 50/60 gramos de azúcar mascabo o la que tengas si las queres más dulces)
Los vasos que uso no son grandes sino medianos de 200 cm cúbicos.
Ahora simplemente mezclas el huevo, el aceite y la pasta de dátiles. Le agregas los secos de a uno por vez, avena, fécula, harina, bicarbonato de sodio. Amaso solo para formar una masa que no se pegotee en las manos. Las estiras con palote y la cortas como deseas.
Llevas a una placa aceitada, por 30 minutos a fuego medio.
PD: untadas con miel para los adultos o nenes grandes (mayores de 2 años por la miel)… mmm deliciosas.